domingo, 19 de diciembre de 2010

Ínsula Barataria. Revista de Literatura y Cultura. Lima, Año 8, N° 10/11, Noviembre de 2010, 388 pp.



Ínsula Barataria. Revista de Literatura y Cultura. Lima, Año 8, N° 10/11, Noviembre de 2010, 388 pp.

Hace unos días, comenté con un compañero egresado de la Maestría de San Marcos, la salida del nuevo número de Ínsula Barataria. Puso cara de extrañeza y gesto que indicaba el “desconocimiento” de su existencia, a pesar de los nueve números anteriores publicados desde el año 2003. Más allá de la anécdota, más allá de la ignorancia (si esto ocurre con un “especialista” en Literatura Peruana, qué ocurrirá con aquel que no lo es, qué cosas, que fenómenos literarios se desconocerán o se negarán a reconocer nuestros "estudiosos" y "especialistas") o el “ninguneo” explícito, me hizo pensar en dos cosas: si realmente nosotros, los especialistas, la elite académica, nos leemos entre sí (de si hay voluntad real para ello), si realmente se está produciendo un diálogo que permita llegar a consensos, establecer nuevas agendas, renovar –en suma– los estudios literarios (o si solo somos islas, “ínsulas” sin ninguna luz que pueda guiarnos o de si estamos condenados a hacer oídos sordos a todos los demás y de si –sin quererlo o queriéndolo– preferimos una voz monológica y autoritaria a quien seguir); y de si publicar una revista –como ínsula– no sería más que una empresa puramente romántica, fantasmal, que evidentemente tiene su febril encanto y que al igual que otras publicaciones académicas actuales debe conformarse con circular casi clandestinamente entre los amigos, en un medio crítico tan puramente mediocre, ciego, limitado, anquilosados en un período, en un tipo de literatura modélica (al modo neoclásico), cerrados en el deseo del "deber ser" de la Literatura Peruana (con Mayúsculas) en donde es más fácil seguir las coordenadas canónicas; y que ha perdido todo aire de polémica en el buen sentido de la palabra.

Porque este nuevo número de ínsula, número ecléctico y doble, trae varios artículos que desarrollan líneas marginales de la literatura peruana. En la sección “Estudios”: la presencia del escritor decimonónico afrodescendiente José Manuel Valdés, de Milagros Carazas (quien sigue animando así la vigencia de los estudios que buscan rescatar y valorar figuras representativas de nuestra cultura); el estudio sobre el futurismo de Alberto Hidalgo, de Juan Cuya (notable trabajo sobre la narrativa vanguardista del escritor arequipeño); El humor en Los Ilegítimos de Hildebrando Pérez, de Edmundo de la Sota (interesante expresión neoindigenista, que sigue concitando cada vez más la atención); la crítica a la sociedad en Mañana, las ratas de José Adolph, de César Espinoza (que demuestra que la ciencia ficción es más que mera evasión, además de seguir con el asedio a una de las mejores novelas de la ficción futurista producida aquí); y un texto sobre la narrativa no mimética y el conflicto armado interno, escrito por mi persona. El segundo grupo temático de Estudios lo constituye, sin duda, lo contemporáneo. Tenemos el trabajo de Jasmín Ochoa sobre el registro lingüístico en las letras del grupo de rock Trémolo (que es parte de su tesis de licenciatura); la poesía de Sandro Chiri, de Ángel Esteban, quien destaca la hibridez como rasgo estructurador; y un estudio sobre el libro Dantes del poeta Miguel Ildefonso, escrito por David Abanto. El tercer grupo lo constituye la Generación del 50: un trabajo sobre poemas rescatados de Wáshington Delgado, de Jorge Ramos Rea; El primer Reynoso de Eloy Matute (que rescata una serie de textos poéticos de Oswaldo Reynoso; y un extenso y agudo estudio sobre En octubre no hay milagros, escrito también por Jorge Ramos. El último grupo, podríamos denominarlo como canónico: la lectura de Comentarios reales de Antonio Cisneros, escrito por Camilo Fernández; el Romanticismo y realismo de Julia de Benjamín Cisneros, escrito por Marco Roggero; y un estudio sobre la violencia política en Luna caliente de Mempo Gardinelli, de Hernán Núñez. Pero este no es único modo de clasificar los textos de esta sección. Apelando a los géneros, tendríamos: Estudios sobre poesía: textos sobre Antonio Cisneros, José Manuel Valdés, Chiri, Ildefonso, Delgado, Reynoso y Trémolo (habría que discutir hasta qué punto las letras de rock pueden ser poesía). En narrativa: Luis B. Cisneros, Hidalgo, Pérez Huarancca, Reynoso, Giardinelli, Adolph y otros. Esta sección es la más extensa de la revista. Existen otros modos de clasificar los textos que guardo borgeanamente.

Las otras secciones son: Notas (con trabajos sobre Skármeta, Colchado y una bibliográfica sobre el Nobel Mario Vargas Llosa). Rescates, con dos textos narrativos sorprendentes de Tomás Escajadillo (el primero, de corte maravilloso, el segundo más de vanguardia) que me hacen pensar en que los buenos críticos pueden ser también magníficos escritores y que no hay contradicción alguna entre ambas operaciones (y que actualmente, los catedráticos, prefieren dividirlas y separarlas). En Entrevista, se incluye una conversación entre Jorge Coaguila y Alfredo Bryce, a partir de la figura de Ribeyro. Luego, en Creación, tenemos textos de narrativa y poesía. Comentaré solo un par de textos de narrativa: “Muerto el perro, se acabó la rabia” de Sócrates Zuzunaga, se inserta en el ciclo del conflicto armado interno. Es un texto realista y lacrimoso: el teniente Aguirre experimenta la culpa por las atrocidades cometidas, con una vuelta de tuerca predecible: el asesinato –sin saberlo– de su propio hijo. Destaca sí, el intento de trabajar el registro oral del personaje que cuenta a otro su situación. El testimonio es narrado con palabras soeces. Una breve digresión: ¿Es peligroso escribir ficciones? Sí lo es, si uno tuviera la capacidad de anticipar los hechos. Usualmente uno los inventa o los toma de la experiencia, de la realidad (de los libros, de la cultura) y los “deforma” o refracta. El cuento de Sócrates es peligroso si lo que narra ocurriese en el futuro, pero ya ha ocurrido en la realidad fáctica, extratextual, histórica (casi todas las acciones muy similares a las del relato están documentadas en la CVR). La pregunta es si volverá a ocurrir. Así, la ficción sigue siendo peligrosa tan o más que la propia crítica. “Tragedia en tres cuadros” de Marco Roggero es un magnífico relato extraño: un funámbulo, un tragafuegos y un faquir en una plaza pública, fracasan, mientras el público se retira decepcionado en cada caso. Como en la escena de El discreto encanto de la burguesía de Buñuel, descubrimos que todo es parte de un espectáculo mayor: sobre el fondo de la plaza vacía cae un telón negro. Entonces ¿quién es el espectador? ¿Dios? ¿Nosotros? ¿Acaso otro desconocido? En “Desnudos” de Pablo Landeo, narra la historia de un robo a una familia. En el texto de Landeo, los ladrones no reciben sanción, sino que el esposo pasa de la incredulidad de las prácticas populares de protección a la creencia total, siguiendo a su esposa.

De la última sección, de Reseñas, quisiera destacar las recensiones de Carlos Eduardo Zavaleta sobre los libros del 2009, y dos libros que seguramente llamarán poderosamente la atención: La muerte y otras traiciones y Mundos imposibles. Sin duda, este número doble es un excelente regalo de navidad.

Elton Honores

Universidad San Ignacio de Loyola

viernes, 17 de diciembre de 2010



Mundos imposibles. Lo fantástico en la narrativa peruana.
Lima: Cuerpo de la metáfora editores, 2010.
255 pp.


Índice

INTRODUCCIÓN

LA NARRATIVA DEL CINCUENTA Y SU RECEPCIÓN CRÍTICA Capítulo I
1. La narrativa del cincuenta. Sus vertientes: La narrativa urbana, el
neoindigenismo y el fantástico.
1.1. La asimilación del concepto Generación del cincuenta durante los años
1950-1959 en el periodismo escrito
1.2. La recepción crítica de la producción narrativa del cincuenta entre los
años 1950-1959
2. Clasificación del cuento fantástico de la narrativa del cincuenta
2.1. Mario Castro Arenas
2.2. Miguel Gutiérrez
3. Lo fantástico como problema al interior de la tradición literaria peruana

TEXTOS FAN TÁSTICOS EN FUENTES PRIMARIAS: 1950-1959 Capítulo II
1. Lo fantástico en el Perú
1.1. Las antologías sobre narrativa fantástica peruana
1.2. El cuento fantástico peruano 1950-1959
1.2.1. Definición de lo fantástico
1.2.2. Antecedentes del cuento fantástico de los miembros de la
narrativa del cincuenta, anteriores a 1950
1.2.3. El cuento fantástico peruano en la crítica extranjera
2. La narrativa fantástica peruana y el proceso de modernización
2.1. Modernización canónica vs. modernización de lo fantástico
2.2. La narrativa fantástica peruana en diarios y revistas
2.2.1. El Comercio
2.2.2. La Prensa
2.2.3. Mercurio Peruano
2.2.4. Idea
2.2.5. Cultura Peruana
2.2.6. Letras Peruanas
2.2.7. Mar del Sur
2.2.8. La Crónica
3. Propuesta de clasificación del cuento fantástico peruano

EL CUENTO FANTÁSTICO PERUANO EN LA NARRATIVA Capítulo III
DEL CINCUENTA
1. El cuento fantástico estilístico-minificcional: Luis Loayza Elías
1.1. Recepción crítica de El avaro (1955)
1.2. Hacia una comprensión de la estética de El avaro
1.2.1. La desmitificación
1.2.2. La identidad
1.2.3. El tiempo proteico
1.2.4. La incomunicación
1.2.5. El deseo insatisfecho
1.3. Análisis de “La bestia”
1.4. Textos no recogidos en libro
2. El cuento fantástico-humorístico: Luis Felipe Angell de Lama
2.1. El humor según Luis Felipe Angell
2.2. Sinlogismos (1960)
2.3. Características del Sinlogismo
2.3.1. Estructura
2.3.2. Géneros discursivos
2.4. Análisis de “El gato”
3. El cuento fantástico maravilloso: Edgardo Rivera Martínez
3.1. Revisión crítica sobre la narrativa de Edgardo Rivera Martínez
3.2. El unicornio (1963)
3.2.1. La tensión entre el pasado y el presente
3.2.2. El mundo andino arcádico: la naturaleza y el tiempo
3.2.3. El tópico del viaje como movimiento y desplazamiento
3.2.4. La soledad: el sujeto diferente/ distinto.
3.2.5. El poder de la imaginación
3.2.6. La cultura popular: la música como remanente del pasado.
3.3. Análisis de “El unicornio”
4. El cuento fantástico absurdo-existencialista: Alfredo Castellanos Barreda
4.1 Rasgos existencialistas
4.1.1. La memoria: la irrupción del recuerdo y la angustia por el tiempo
4.1.2. El absurdo es la repetición: la alienación
4.1.3. La presencia del cuerpo: el asco
4.1.4. Las máscaras cotidianas: la apariencia
4.1.5. Desacralización del mundo: la crisis religiosa del sujeto
4.2. El mundo político
4.3. Análisis de “Crisálida”

Capítulo 4 LA NARRATIVA FANTÁSTICA DENTRO DEL PROCESO
DE MODERNIZACIÓN
1. Elementos temáticos
2. Elementos estructurales
3. Elementos ideológicos
4. La crítica a la modernización

Conclusiones

Bibliografía

Lugares de venta en Lima:

Librería El Virrey
Miguel Dasso 147 San Isidro

Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar
Av. Benavides 3074, La Castellana - Miraflores.
Teléfonos: 449 0331 - 216 1029
E-mail: celacp@wayna.rcp.net.pe


Fuera de Lima y en el exterior:

Librería Inestable de Carlos Carnero
http://www.iberlibro.com/carlos-carnero-figuerola-lima/50970115/sf


domingo, 12 de diciembre de 2010

ENERO 2011: INTRUSIONES A LO FANTÁSTICO Y A LA LITERATURA DE TERROR



INTRUSIONES A LO FANTÁSTICO Y A LA LITERATURA DE TERROR
Expositor: Lic. ELTON HONORES

Sumilla: El curso propone fundamentalmente una visión panorámica de lo fantástico moderno en la literatura universal, desde su génesis en la novela gótica, pasando por la sensibilidad romántica, en el siglo XIX, hasta la narrativa del siglo XX. Además, problematizaremos sobre la categoría de lo fantástico a lo largo del seminario, y revisaremos uno de los tópicos más frecuentes, como el monstruo.

Objetivos:

- Presentar un panorama histórico de la producción narrativa fantástica y de terror.
- Identificar la evolución del terror en la literatura y las principales características estéticas de cada autor seleccionado.
- Establecer las relaciones entre lo fantástico con otros géneros como la ciencia ficción, el gótico, el humor, el horror y lo gore.
- Lectura de los principales textos de los autores seleccionados y comentarios críticos en cada sesión.
- Conceptualizar las principales poéticas modernas del terror con miras hacia la producción escritural.

Programa del curso:
1. Definiciones de lo fantástico: Lovecraft, Caillois, Todorov, Roas. La novela gótica: de Horace Walpole a Charles Maturin.
Lectura de textos seleccionados y “El Castillo de Leixlip” de Charles Maturin

2. El maestro Edgar Allan Poe. H. P. Lovecraft. El círculo Lovecraft.
Lectura de “La caída de la casa de Usher” de E. A. Poe y “El horror de Dunwich” de H. P. Lovecraft.

3. El terror contemporáneo: Stephen King y Clive Barker. Otros autores. La literatura y el cine de terror.
Lectura de “The Boogeyman” y “El último turno” de Stephen King

4. La literatura de terror en el ámbito latinoamericano.
Lectura de autores de la región.

Duración: 4 sesiones de 90 minutos
Inicio: 19 de enero de 2011
Horario: Miércoles de 7:00 a 8:30 pm.

Informes e inscripciones:
CENTRO DE ESTUDIOS LITERARIOS ANTONIO CORNEJO POLAR
Av. Benavides 3074 / Ovalo de Higuereta / Miraflores Teléfonos: 449-0331 / 216-1029
Mail: celacp@wayna.rcp.net.pe Web: http://celacp.perucultural.org.pe/activi1.asp

sábado, 11 de diciembre de 2010



Honores Vásquez, Elton. Mundos Imposibles. Lo fantástico en la narrativa peruana. Lima: Cuerpo de la Metáfora editores, 2010. 255 pp. *

La trayectoria de Honores como investigador y decidido impulsor de la nave fantástica en nuestro planeta ya había dado pruebas fehacientes de consistencia y rigor, a través de un arsenal de ensayos y artículos publicados en importantes medios. Por otro lado, ha conducido seminarios y cursos sobre la materia. Mundos imposibles. Lo fantástico en la narrativa peruana no hace sino confirmar a este crítico estudioso como uno de los conocedores más sólidos de tal narrativa en el Perú.

Sus premisas son eficaces y difíciles de rebatir. Además, me ha obligado a replantear muchos puntos de vista personales acerca de la existencia o no de una tradición auténtica en el país en torno de la materia.

Considero que uno de los grandes méritos de su trabajo es demostrar, con impecable manejo de fuentes, que es posible referirnos a una línea continua en el tiempo que va más allá de los lugares comunes. Por ejemplo, la fatigada idea de que la literatura fantástica se inicia en nuestros lares con Clemente Palma.

Honores sostiene otra postura distinta: la ficción fantástica se remonta al siglo XIX, incluso antes de que el Modernismo lanzara sus primeras señales. La otra idea guía es que esta tendencia se desarrolló sin lagunas a lo largo de la primera mitad del siglo XX. Los testimonios han de ser rastreados en la producción de escritores y escritoras, varios de ellos lamentablemente olvidados, que animaron diversas publicaciones periódicas, como las revistas literarias y las secciones culturales de los diarios. Es durante la década de 1950 cuando la narrativa fantástica se consolida como una parcela -si bien no dominante-, muy dinámica y con autores sumamente representativos y de gran calidad, como Buendía, Angell, Castellanos, Rivera Martínez, Ribeyro, Mejía Valera, Durand, Loayza y Adolph, miembro por edad de esta generación, pero que dará a conocer sus obras a fines de la década de 1960.

Acierta Elton Honores al sostener que cierta crítica sesgada y conservadora prefirió silenciar la corriente y la aisló a las fronteras nebulosas del mero divertimento y de la evasión. Así, se estableció a la narrativa realista e indigenista como las únicas vías posibles para la creación en el Perú. Nada más injusto, pues una legión de autores se dedicó, sin aspavientos y con poca atención de los medios oficiales, a una sutil labor de resistencia frente a estas “verdades” entrecomilladas y carentes de una auténtica aproximación a la situación real.

Es imposible desligar el feliz advenimiento de esta escritura del proceso de modernización que transformará al país durante el período aludido. La configuración de los espacios ficcionales reelaborará, en gran medida, las coyunturas de la época, marcadas por la dictadura de Odría y la dependencia respecto a la potencia hemisférica.

En eso hay otro aporte: acabar con la monserga de que lo fantástico equivale a escapismo o a mero ocio de intelectuales. Nada más alejado de lo ocurrido en aquellos años de oscuridad y aplastamiento de las libertades ciudadanas. Lo fantástico implica una forma de transgresión silenciosa o sutil frente al triunfo del verticalismo y de las prácticas autoritarias. No es entonces el realismo la única vía posible para expresar la protesta ante un estado de cosas.

Como herederos de la Vanguardia, que ya había librado sus propias batallas en las décadas precedentes, estos narradores también son capaces de practicar una escritura artísticamente subversiva y, al mismo tiempo, ética respecto de una actitud ante ese mundo en el que habitan y producen.

Elton Honores cree en la existencia de una tradición fantástica peruana, al margen de todas las vicisitudes que debió atravesar antes de consolidarse y emerger lentamente desde la década de 1950 hasta nuestros días. Ya no diré más que tengo serias dudas de reconocerlo; por lo menos, estoy ahora convencido, gracias a este libro, de que nos hallamos ante una situación tan insólita como las planteadas en un cuento de Loayza o de Buendía: una suerte de tradición, no entendida como lo firmemente establecido por el sistema cultural, sino como una reiterada y planificada visita de autores a las parcelas de lo irracional y de lo desconocido. En suma, una especie de pasadizo secreto que corre invisible, al lado de los caminos hegemónicos de nuestra literatura.

Considero que podía darse el caso de “una tradición fantasma” que ahora, gracias al inmenso aporte de Mundos Imposibles, asume corporeidad y modifica los patrones canónicos. Es generosidad de su autor citar algunas de mis observaciones al respecto, cuyo cuestionamiento alturado me resulta gratísimo. Esa es la esencia del trabajo académico: el disenso respetuoso y el diálogo a partir de puntos de vista disimiles, que no hacen sino enriquecer los ámbitos de la libertad de pensamiento.

No dudo que a partir de hoy se multiplicarán las investigaciones, tesis y ensayos sobre la literatura fantástica peruana a la luz de Mundos imposibles. Era lo que necesitaba la corriente: un texto que fortaleciera, desde la perspectiva teórica, la profusión de obras y escritores que emergen con fuerza. Ello se suma a la aparición de antologías como La estirpe del ensueño, de Gonzalo Portals, que es, hasta ahora, el panorama más completo jamás publicado sobre esta narrativa peruana, con rescates oportunos de textos que habían permanecido ignorados por largo tiempo.

Mi invitación sincera a leer Mundos imposibles es casi imperiosa. Les aseguro que será una experiencia fructífera y estimulante.


José Güich Rodríguez
Universidad de Lima


* Publicado en Ínsula Barataria. Revista de Literatura y Cultura. Lima, Año 8, N° 10/11, Noviembre de 2010, pp. 385-388.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Presentación del libro: Los que moran en las sombras. Viernes 25 de febrero de 2011. 19:00 pm.




Presentación del libro:

Los que moran en las sombras.
Asedios al vampiro en la narrativa peruana.

Elton Honores & Gonzalo Portals


Viernes 25 de febrero de 2011.

19:00 pm.

Raquel Jodorowsky. Cuentos para cerebros detenidos. Buenos Aires: Ediciones de la Flor, 1974.



Raquel Jodorowsky. Cuentos para cerebros detenidos. Buenos Aires: Ediciones de la Flor, 1974.
Hay libros que solo son posibles de escribir una vez. Hay libros que permanecen ocultos durante muchos años, décadas (o siglos) hasta que encuentran nuevos lectores que permiten actualizar sus sentidos. Libros que pasan desapercibidos en un momento y que luego, misteriosamente, cobran una vigencia inusual, para quedarse esta vez para siempre entre los lectores. Es el caso de Cuentos para cerebros detenidos. Con licencia de los superiores, de Raquel Jodorowsky (1928).

Nacida en Chile y nacionalizada peruana, Jodorowsky pertenece a ese grupo de autores marginales del 50, que Felipe Buendía denominaba, la otra generación del 50. Jodorowsky en esos maravillosos años 50 (y posteriormente), publicó una serie de libros de poesía, por ello, ha sido vinculada a este registro. En libros como La ciudad inclemente (Lima, 1954), Dimensión de los días (Lima, 1955) o En la pared de los sueños alguien llama (Lima, 1957), podemos rastrear una poesía que no es surrealista del todo o en encerrada en sí misma, en cambio, existen poderosos y magníficos versos de hondo contenido humano aún por rescatar del olvido, podríamos decir aún inéditos (incluso, luego de más de 15 años de silencio acaba de publicar este año 2010, dos nuevos libros: Territorio que explotar y Poemas Escogidos –Obra Inédita–).

Caso más que curioso y extraño es el libro Cuentos para cerebros detenidos. Se trata de un texto publicado en Buenos Aires en el año 1974. Ese solo hecho ya lo convierte en un libro de poca circulación parta el ámbito local. Aunque circularon algunos ejemplares que importaba la Librería Época, del centro de Lima, los pocos ejemplares que llegaron acá, se vendieron. Cuenta la autora que Ricardo González Vigil publicó una reseña en El Dominical de El Comercio, destacando sus virtudes. Y luego el olvido. Agregaríamos que su trabajo poético posiblemente terminó por sepultar, en parte, este magnífico libro.

¿Qué trae este libro? ¿Qué lo hace especial, distinto, particular, en suma singular, para la literatura peruana? Es un libro de microrrelatos, de corte fantástico. Excepcional libro de microrrelatos de corte insólito, extraño, surreal, de humor absurdo y fantástico. Recordemos que el término aún no estaba acuñado del todo y que el “boom” y auge del microrrelato se alcanzará recién en los años 80, en adelante, a partir de las universidades norteamericanas. Entonces, si bien existen otras colecciones de cuentos (o relatos breves) que pueden insertarse en esta línea de ficción, el libro de Jodorowsky resulta también un claro antecedente.

En la contratapa, el editor del libro escribe: “Todo el humor lindante con lo siniestro de una exponente del surrealismo ‘a la criolla’ en textos delirantes de una narradora chileno-peruana que practica con éxito el terrorismo verbal” (cursivas mías). Esta última expresión, cuenta la autora, hizo que libro diera literalmente, la vuelta al mundo. Décadas después, el libro ha sido reeditado en Italia, en dos ediciones hoy agotadas (1997, 1998), además de haberse publicado varios cuentos dispersos en México, Venezuela, Chile y EE.UU. Esta situación hace que el libro haya sido más leído afuera que adentro, que siga permaneciendo “inédito” para nosotros o que siga siendo marginal, a pesar de sus enormes méritos.

Confieso que no he podido leer todos. La autora, recelosa de su obra, y de este libro singular, tuvo la gentileza de fotocopiar solo un par de cuentos. Ese puñado basta para considerar al libro como un libro clásico de la literatura fantástica peruana. La experiencia de lectura de sus cuentos ha sido más que provechosa e iluminadora en todo sentido. Por razones de espacio, dejaré mi análisis para otro texto que vengo preparando. Solo quisiera terminar esta primera glosa a este magnífico libro con las últimas palabras de su “Testamento” (último texto del libro): “Será espúreo todo ejemplar que no lleve la firma de la autora”. Felizmente, estas fotocopias, sí llevan su firma.


Elton Honores
Universidad San Ignacio de Loyola

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Hans Rothgiesser. El heraldo en la barca. Lima: Mesa redonda, 2010. 225 pp.



Hans Rothgiesser. El heraldo en la barca. Lima: Mesa redonda, 2010. 225 pp.

El heraldo en la barca es la continuación de la saga iniciada por Hans Rothgiesser (Lima, 1975), con El heraldo en el muelle (Lima: Bizarro, 2009)...

Consúltese en próxima publicación.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Una conversación con Campo Ricardo Burgos López

“Donde la ciencia ficción va en busecito, la literatura fantástica va en jet”
Una conversación con Campo Ricardo Burgos López*


Por Elton Honores

Conversamos en Lima con Ricardo Burgos, invitado de honor y conferencista magistral del Coloquio Internacional: Lo fantástico diverso 2010. Campo Ricardo Burgos López (Bogotá, 1966) es poeta y crítico colombiano. Es psicólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Magíster en Literatura por la Universidad Javeriana de Bogotá, y profesor de la Universidad Sergio Arboleda de esa misma ciudad. En 1993 obtuvo el Premio Nacional de Poesía-Colcultura con la obra Libro que contiene tres miradas y desde entonces ha figurado en diversas antologías de la poesía colombiana. Cuentos suyos han aparecido en libros como Cuentos de Ciencia Ficción (varios autores, 1998) y en Contemporáneos del Porvenir - Primera Antología de la Ciencia Ficción Colombiana (2000). Su ensayo "La narrativa de ciencia ficción en Colombia" (primer análisis histórico sobre este género literario en Colombia) apareció en Literatura y Cultura-Narrativa Colombiana del siglo XX. Tras publicaciones en distintas revistas especialmente de literatura, publicó su novela José Antonio Ramírez y un zapato (2003), compiló laAntología del cuento fantástico colombiano (2007) y escribió el ensayoPintarle bigote a La Mona Lisa: Las ucronías (2009).La conversación fue realizada el día lunes 25 de octubre de 2010 a las 8:30 am., en un café en Miraflores.

Recepciones de lo fantástico en Colombia


Elton Honores: ¿Cuál es la valoración sobre los trabajos de creación fantástica en el soporte virtual en Colombia? ¿Hay un prejuicio sobre estos?

Ricardo Burgos: No… Antes de venir acá estuve hablando con estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, que se reúnen semanalmente a estudiar cf…. Ellos están muy juiciosamente “bajando” material de la única revista de cf que hay en Colombia, Cosmocápsula, de ahí están tomando material para leerlo y discutirlo, porque les parece que Cosmocápsula tiene el mérito de ser actual, que es información recién “sacada del horno”, asimismo, ellos también discuten textos que“bajan” de revistas españolas, argentinas, de Velero25. En nuestra última reunión discutimos unos cuentos publicados en Cosmocápsula. Me invitaron y me dijeron: “queremos hablar con usted y discutir un par de cuentos”, les dije “listo” y estuvimos hablando con ellos… La generación joven perteneciente a muchas carreras (física, química, medicina, literatura, filosofía, psicología)que se ocupa de discutir cf y fantasía no le hace ascos al internet, pero los críticos, claro que sí, es igual que aquí. La parte académica, los profesores de universidades solamente respetan el papel y muy poco la parte virtual, pero la gente joven ya no tiene esa prevención. Les decía a ellos que es cuestión de tiempo: “de acá a unos 10 años ustedes estarán entrando en las posiciones en donde se encuentran sus profesores y como ustedes no le hacen ascos a esto, la cosa va a cambiar, pero como sus profesores fueron educados a la antigüita, claro que le hacen ascos y prefieren el papel”. Yo fui educado a la antigua pero no le hago ascos… me gustan ambos, lo virtual y el papel…

EH: ¿Cuál fue la recepción de esta producción fantástica en Colombia? ¿Qué existía antes de tu trabajo sobre la cfen la crítica literaria?

RC: Nada. En el año 2000 se publicó en Colombia un estudio tremendo en tres tomos, Literatura y Cultura. En ese estudio, tres investigadoras pidieron a cerca de 70 críticos que escribieran sobre cerca de 70 aspectos que les parecieran importantesen la literatura colombiana. Entonces había los consabidos capítulos sobre García Márquez, Macondo, literatura de la violencia, José Eustasio Rivera y La Vorágine, Rojas Herazo, Germán Espinosa. Estas profesoras tuvieron una idea luminosa:“queremos también esas literaturas marginalizadas…” Por eso hay capítulos sobre la literatura afrocolombiana, sobre la literatura gay, sobre la literatura infantil, feminista... En ese momento recuerdo que estaba terminando mi maestría y – a través de otro maestro-se me acercó una de estas profesoras y me dijo, “Ricardo nos hemos enterado que usted está haciendo el primer trabajo sistemático sobre la cf en Colombia, realmente nos gustaría que escribiera uno de los capítulos sobre literaturas marginales ya que vamos a meter literatura de cf, que está en la misma condición que la afrocolombiana, la gay, etc…”. Entonces, en el 2000 se publica el primer trabajo sistemático, que es mío. Antes de eso lo que había eran menciones dispersas en manuales de la literatura colombiana, que cuando se referían a Antonio Mora Vélez –que ya había publicado en los años 80–, decían cosas como “Antonio Mora Vélez, el único escritor de cf en Colombia”que ya era falso, porque en esos manuales antes del 2000 no aparecía René Rebetez, por ejemplo, lo que era asombroso. Por supuesto, esto tiene que vercon que Rebetez vivió tantos años fuera de Colombia y apenas volvió a fines de los 80… Él volvió a ser visible para el mundo académico cuando vino a Colombia. Mientras estuvo en México estuvo extraviado, sencillamente lo ignoraban, lo conocían 3 o 4 amigos y pare de contar…Al regresar al país, volvió a figurar en el mapa… Antes de eso, sobre él había noticias dispersas, por ejemplo decían en el diario El espectador: “René Rebetez es un raro escritor colombiano que escribe cf” y eso era todo y luego publicaban un cuento… O, por citar otro caso, en una perdida historia de la literatura colombiana aparecía algo como: “Antonio Mora Vélez es el único escritor colombiano que se dedica a la cf”, por supuesto era falso. Cuando hice mi trabajo demostré que había 7 u 8 más, además de ellos, que habían publicado cosas buenas, regulares, otras malas, pero que habían publicado, lo que pasa es que no se habían buscado…

EH: En el año 2000 mencionabas que solo habían 2 o 3 personas interesadas en lo fantástico…

RC:Sí, Antonio Mora Vélez, que se había limitado a escribir en prensa, en periódicos, en El tiempo, en El espectador, escribía sobre autores locales e internacionales. Yo conocí a Rafael de J. Henríquez gracias a él. Leí un artículo de él de fines de los 80, en una reseña sobre Los dioses descienden al amanecer. Luego conseguí el libro y me gustó en ese momento… Henríquez es un mago para crear suspenso y tensión… Abandonó la cf porque se volvió profeta: encontró El libro de Urantiaque, según él, explicaba el universo…Hoy en día, en las afueras de Bogotá, él tiene una pequeña finca y se dedica a dictar cursos introductorios al Libro de Urantia, mandó al demonio la cf… Luego ha publicado unos libros sobre el porqué el evangelio de Urantia salva al mundo…

Antología del cuento fantástico colombiano (2007)


EH: En la introducción a tu antología hablabas del entretenimiento como un fin de la literatura fantástica que no debe perderse de vista… En suma ¿cómo entender lo fantástico desde la categoría de la ficción?

RC: Usted sabe que en teoría literaria se han escrito cientos de tratados y no han podido resolver ese problema… Me plegaría a la definición de C. S. Lewis sobre ese problema. Hay que recordar dos cosas: la literatura es ficción, es algo conformado por logos y poiesis. Logos, porque siempre cuenta una historia, porque tiene un contenido; y poiesis, porque tiene una forma para contar, es un objeto en sí mismo. Es al mismo tiempo un vehículo y un fin en sí misma. El lector de poesía valora el poema desde los dos ámbitos: Desde la parte útil del lenguaje, como vehículo de ideas y desde la parte “inútil” como despliegue de maravillosos juegos de palabras. La ficción comunica ideas pero no es su único fin como sí ocurre con la filosofía o la ciencia. El lenguaje poético busca asombrar, aterrar, emocionar. La ficción cuenta una historia, es un fin en sí misma y es emocionante. Ficción es un tipo de lenguaje que cumple estas tres labores: vehículo de lenguaje, recurso para emocionar (ya sea asombrando, aterrorizando o alegrando),y en tercer lugar sería un fin en sí misma, algo sin utilidad y que llama la atención, que se ofrece a la admiración…La ficción sería igual al ser humano: los humanos también comunicamos ideas, también emocionamos a otros, también somos fines en sí mismos. Lewis considera la obra de arte como si fuera un ser humano, vivo… La obra de arte no es como el lenguaje de la ciencia o la filosofía, que es técnico, puramente pragmático, que es por encima de todo un vehículo. A Platón, por ejemplo, lo que le interesa es comunicar una idea, no el lenguaje en sí mismo, aunque sé que hay un movimiento llamado filosofía del lenguaje que trata de demostrar que a Platón sí le interesaba el lenguaje y que la filosofía es un juego del lenguaje, pero es una aberración de la filosofía…

EH: En tu antología mencionas algunos autores que no pudiste incluir… ¿qué cuentos de García Márquez, Gómez Valderrama, Espinosa hubieras incluido?

RC: García Márquez tiene un agente literario en Barcelona, Carmen Balcells que cobra un ojo de la cara por cualquier cuento, por eso era imposible incluirlo… Lo chévere era estudiar a autores que son leídos por una minoría… Cuentos de García Márquez hubiera incluido cualquiera de los que están en La increíble historia de Cándida Eréndira y su abuela desalmada: “El ahogado más hermoso del mundo”, “Un señor muy viejo con unas alas enormes”, algunos de los cuentos de los Doce cuentos peregrinos, esa historia de fantasmas en un castillo italiano, esas historias desmesuradas como El rastro de tu sangre en la nieve… o los de Ojos de perro azul… De Gómez Valderrama, hubiera incluido una ucronía que analicé en mi libro sobre el tema, en la cual, Miguel de Cervantes Saavedra no escribe el Quijote, sino que toma un barco hacia Cartagena de Indias y vive en la Nueva Granada hasta su muerte, una ucronía basada en un hecho real… O uno de sus últimos cuentos, cuyo nombre no recuerdo, en donde un extraño tipo llega a un pueblo que es una suerte de biblioteca de Babel, en donde todas las casas están llenas de libros sin ningún ser humano que explore ese raro universo. No obstante, incluir a Gómez Valderrama, autor de libros como La procesión de los ardientes, Los doce infiernos, La nave de los locos, era carísimo. No pude incluir a Rebetez por el problema jurídico que hay actualmente con sus derechos editoriales. De Espinosa hubiera incluido “El arca de la alianza” de La noche de la trapa, una historia sobre un grupo de humanos que viaja por el espacio…

EH: ¿Cuál fue la recepción de tu antología en Colombia?

RC: Como señalé en el coloquio, toda la literatura fantástica en Colombia, salvo Carolina Andújar, corre bajo las alcantarillas, es underground, subterránea, está como los mineros de Chile que rescataron hace poco, siempre bajo tierra… Antonio Mora Vélez es un escritor subterráneo, lo conoce un grupito y nadie más… En cuanto a la antología, de ella se editaron 400 ejemplares a mediados del 2007… Salió una nota en El tiempo, en un suplemento de información cultural… un amigo mío hizo una recensión descriptiva, luego Antonio Mora Vélez en El universal de Cartagena publicó una nota valorativa, esa está en internet. Además, aparecieron notas en 3 o 4 revistas virtuales:En Quintadimensión de Argentina, en Velero25 por Carlos Saldívar, en Cosmocápsula por David Pérez…

Literatura fantástica, ciencia ficción y teología


EH: ¿Por qué estableces una relación entre cf y teología?

RC: Es una tesis que voy a demostrar algún día, en el futuro… La noción surgió de dos textos disímiles. Un texto crítico que le leí a C. S. Lewis y un texto crítico de Borges. Borges se hizo famoso con aquella aseveración que teníamucho de broma y de verdad, que señala que la filosofía y la teología son variedades de la literatura fantástica. Decía Borges:“Platón y Santo Tomás de Aquino, el uno filósofo y el otro teólogo, creían estar haciendo filosofía el uno, teología el otro y ambos estaban haciendo literatura fantástica y no se daban cuenta…” En un cuento clásico: “Utopía de un hombre que está cansado” de Borges, que está enEl libro de arena, hay un momento magnífico que trata de un hombre de una civilización del futuro, uno le dice al otro:“¿Tú cuántos libros tienes?”. El otro contesta:” Solamente tengo dos libros de literatura fantástica y uno de ellos es la Summa Teológica de Santo Tomás de Aquino” (risas). Borges en ese momento era consecuente con esa idea… Durante un tiempo empecé a ver la filosofía de ese modo: Platón, Nietzsche o Marx eran escritores fantásticos, lo mismo teólogos comoBultmann, el cardenal Newman o Santo Tomás de Aquino eran escritores de literatura fantástica… Un día estuve leyendo los textos críticos de C.S. Lewis, una compilación sobre ensayos de literatura fantástica. En uno de ellos, dice algo así como “porque ala hora de la verdad, mi amigo Tolkien y yo estamos convencidos de que la literatura no es sino una variedad del evangelio, no es otra cosa. Y cualquier literato, sin darse cuenta, está predicando el evangelio”. Esa idea contradice totalmente la de Borges: toda la filosofía y teología serían literatura fantástica; para Lewis, todo escritor, así no crea en Dios, es un evangelista y predica el evangelio. Me puse a leer más. Claro que hay razones para creerle a Lewis y suponer que el equivocado es Borges: Lewis insiste en que lo fundamental de la literatura fantástica es que se enfrenta con lo sobrenatural. La literatura realista, como dijimos en el coloquio, se caracteriza por demostrar que solo hay naturaleza, naturaleza y más naturaleza, y que si uno ahonda en la naturaleza lo que va a encontrar es más naturaleza. Si uno ahonda en el mundo de lo atómico o subatómico, lo que va a encontrar es una serie de fenómenos raros, quarks o cuantos, que son fenómenos naturales. Si ahonda a nivel macro, hacia arriba, lo que va a hallar es galaxias y aún más allá se topará con la teoría de cuerdas o la de múltiples universos paralelos, cosas sin duda impresionantes, pero que son naturaleza. La literatura realista parte de la noción, al igual que la modernidad, de que solo hay naturaleza y más naturaleza, que eso es todo. Frente a eso siempre ha existido en los hombres la idea de que“¿y qué tal si además de la naturaleza hay otra cosa?” Una transnaturaleza, una extranaturaleza, subnaturaleza, supranaturaleza o sobrenaturaleza, como quiera llamarla, pero algo que indicaría que no solo hay naturaleza, sino otra cosa. De ese supuesto partiría la literatura fantástica. Hablar de un demonio es hablar de alguien que viene de afuera de la naturaleza, alguienextranatural que nos invade a nosotros los naturales; cuando se habla de un ángel se habla de un ser extranatural. Sean Dios o el Diablo, o una figura como las de Lovecraft, siempre es ese el concepto. En la literatura fantástica –dice Lewis– late una idea increíble: nuestra naturaleza, con todo lo gigantesca que es, con todas sus galaxias y agujeros negros y nebulosas, sólo es un grano de arena de una cosa más grande que es lo sobrenatural y esa cosa más grande que lo natural a veces nos invade, a veces sí y a veces, no… ¿De qué trata la teología? Básicamente es un discurso no científico que trata de mostrar cómo lo sobrenatural se instala en lo natural. La revelación, sea islámica, judía o cristiana, habla de Dios, Yahvé, Alá, el que sea, que de alguna manera se ha revelado al orbe natural. Trata de alguien de afuera, de lo extranatural, que se ha dejado ver en el mundo natural… la teología trata de explicar cómo lo extranatural invade el orden natural. Ahora, si se mira bien, de eso mismo trata la literatura fantástica, ¿de qué habla? Habla de teología, pero con símbolos, no con conceptos. Cuando lees a Bultmann, teólogo alemán del siglo XX, trata de analizar el evangelio con unas categorías filosóficas absolutamente claras, articula un discurso puramente conceptual donde no caben las metáforas ni las analogías o símbolos. Eso es filosofía (y teología). La literatura fantástica estaría en un escritor del tipo Tolkien, que dice lo mismo que Bultmann, pero en vez de conceptos usa metáforas, símbolos, alegorías, poesía. Pero ambos hablan de lo mismo. Si esto es así, la literatura fantástica sí sería una rama de la teología, pues enfrenta al hombre el problema de lo sobrenatural con símbolos, no con conceptos como lo hace la teología. Me llama la atención que cuando empiezo a leer a los escritores fantásticos con esa clave, veo una religiosidad latente en todos ellos, incluso hasta en los ateos. Arthur C. Clarke fue agnóstico, sin embargo sus obras hablan de la invasión de lo trascendente en este mundo… Cuando leo a P. K. Dick, él es gnóstico y tras una crisis religiosa se convirtió al catolicismo, pero eso es consecuente porque toda la obra de Dick es religiosa, gnóstica, o está en clave cristiana. Esta tesis, como es obvio, es debatible, pero hoy creo que allí hay un hecho que se opone a las tesis de Borges y que más bien les da la razón a Tolkien-Lewis…

EH:¿Por qué incluyes la cf en lo fantástico?

RC:DarkoSuvin trata de demostrar que la cf es superior a la literatura fantástica y al terror porque la cf tiene una capacidad crítica que no tienen la literatura de terror, las leyendas folklóricas, o variedades de la literatura fantástica que no entran en la cf; pero el libro de Suvin plantea una idea que no es cierta: que la cf es la reina de la literatura fantástica y el género más serio de ella, lo que es absurdo… Cuando leí a Borges, yo tenía la tara de Suvin: creía que la cf es la reina, que el terror es alienante. Suvin dice que el terror es una literatura menor… Borges, en cambio, dice que la cf es un género menor de la literatura fantástica, que Kafka es mucho más interesante que Verne. Serían más interesantes ciertas alegorías medievales que la cf contemporánea, porque la cf tiene una tara: trata de explicar cosas, aclarar porqué ocurre todo. En oposición a eso, la literatura fantástica no pierde tiempo tratando de proporcionar explicaciones, simplemente te suelta el hecho fantástico y te hace abrir la boca. La cf pierde mucho tiempo tratando de explicar el porqué las cosas son así, esa es la razón por la cual para Borges, alguien como Verne es inferior a Wells, porque Verne cuando habla de un artefacto pierde páginas enteras tratando de explicar la plausibilidad técnica y científica; en cambio Wells dice que hay una máquina del tiempo, ¿cómo es eso, cómo se creó? No pierde tiempo en esas minucias. Donde la cf va en busecito, la literatura fantástica va en jet. Por eso decía Borges, al contrario de Suvin, que la literatura fantástica es superiorporque no apela a la plausibilidad científica o técnica. Desde que leí eso, he tendido a verlo desde este ángulo. Está además la influencia de Rebetez. Conocí a Rebetez en el 96 y él murió en el 2000. Alguna vez le pregunté a Rebetez cuál era su opinión sobre la literatura fantástica y la cf, y él me decía “Mira, Ricardo, antes yo era como tú, trataba de diferenciar géneros, hoy me esfuerzo por distinguir pero ya no puedo, creo que son la misma cosa”. Esa idea me influenció y comencé a verlo como Rebetez…

EH: ¿Qué piensas de la posición respecto de la cual la cfes “leída” como literatura realista, en la medida que la tecnología planteada en la ficción será posible de alcanzar en el futuro?

RC:Todorov la ve de una forma, ySuvin -en consonancia con Todorov- ve el asunto de modo parecido, pero Borges, Bioy Casares y Lewis lo ven de otra forma. Lo que noto es que por el hecho de que Todorov y Suvin son investigadores en el campo de literatura brutalmente racionalistas y esquemáticos, eso les gana prestigio entre los académicos. En cambio, Borges, Bioy Casares o Lewis que eran poetas y narradores, vieron el problema de otro modo. En el mundo académico pareciera que da más prestigio citar a Todorov y Suvin, que acogerse a una posición de autores que desde otra perspectiva no lo vieron así: Borges, Bioy, Lewis o Tolkien. Tolkien también es sistemático, tiene un libro en el que responde sobre qué es la fantasía y él lanza su hipótesis según la cual, todos los textos de la literatura fantástica no son sino variaciones del evangelio como, en últimas, todo texto fantástico cuenta lo que cuenta la Biblia. Luego Tolkien se viene con una serie de ejemplos y demuestra que esos textos siguen al antiguo o nuevo testamento, y de ahí sale con esa tesis atrevida: “todo texto fantástico, bien leído y decodificado, no es sino un pequeño evangelio…” Lo que dice Tolkien es totalmente opuesto a Todorov y Suvin. El problema del lector es a quién le va a creer. Está la posición uno: la formalista-estructuralista deTodorov-Suvin;la posición dos: visión evangélica de la literatura fantástica deTolkien-Lewis;y la posición tres: visión agnóstica, puramente lúdica de Borges-Bioy Casares. Usted tiene que escoger entre las tres. Personalmente, le creo a Tolkien-Lewis y me resultan fascinantes las de Borges-Bioy Casares. Estos últimos señalan que la literatura fantástica es un juguete, entonces ¿por qué tenemos que meterle tanta cosa a un juguete? Leámosla como lo que es, un juguete pero para niños grandes…

EH: ¿Cómo definirías entonces lo fantástico?

RC: Lo fantástico es aquello que nos pone en contacto con lo que no es natural…

EH: ¿Cómo se “construye” eso que no es natural?

RC: (risas) Es una pregunta muy difícil…Lewis tiene un libro llamado Milagros, en donde explica qué es un milagro y cómo funciona. El milagro depende de quien lo presencia; si eres agnóstico, así ocurra una resurrección frente a tus narices, dirás no es un milagro porque el marco no te permite ver eso, pero si crees en lo sobrenatural podrás creer más fácilmente en un milagro. Lewis dice que el milagro depende del marco de lectura. Tú eres agnóstico o ateo, tienes un marco de lectura para leer el mundo; si eres creyente ya sea islámico, judío o cristiano, tienes un marco de lectura distinto. Para el creyente es más fácil aceptar el milagro que para el no creyente. Un milagro es la irrupción de lo sobrenatural en lo natural. Solo lo puede aceptar alguien que crea en Dios porque él va a aceptar que existe algo extranatural, en cambio el agnóstico o ateo sostiene que todo es naturaleza y que todo a la larga puede reducirse a naturaleza, razón por la cual si un agnóstico ve que se levanta un muerto dirá “vamos a buscar las razones físico-químicas o materiales que determinan ese fenómeno tan curioso de la resurrección…”El marco o paradigma de lectura determina lo fantástico. Cuando es usted creyente, es fantástico estar aquí tomando un café, es sobrenatural. Decía Santa Teresa de Lisieux, cuando crees en Dios es un milagro caminar, ver que los árboles crezcan, tener manos; si eres agnóstico, no. Zolá, que era agnóstico, decía que no creería en milagros incluso si un muerto se levantase frente a él… Lo fantástico es aquello que en un momento de la historia y cultura se considera que trasciende el orden natural. Lo fantástico es lo trascendente, la literatura realista es totalmente inmanente, considera que no hay un más allá, que todo es naturaleza, que no hay un más allá que salte este orden. Para la literatura realista, no hay un metaorden o metauniverso. En contraste, lo sobrenatural admite el metauniverso y que a ratos el metauniverso ataca al universo…

EH: Podemos concluir que todos los estudiosos de lo fantástico son místicos…

RC: Claro que sí, usted también, solo que no se ha dado cuenta (risas)

EH:¿Crees que lo fantástico tiene un discurso político soterrado?

RC: Claro que sí, el más poderoso que todos, porque subvierte la más grande mentira que existe en el universo, que es la naturaleza. Por poner un ejemplo diría que al lado de la literatura fantástica, tanto el marxismo como los filósofos de la sospecha son un chiste. Es más subversiva cualquier historia de la literatura fantástica que Nietzsche, Marx o Freud, porque ellos no subvierten la realidad tanto como suponen… En las escuelas de filosofía, se llama “ filósofos de la sospecha” a esos 3 grandes pensadores que fueron Marx, Freud y Nietzsche, porque sospechan de la realidad del mundo y de toda la tradición previa. Después de la obra de Marx, se cayó todo, al igual que sucedió con las obras de Freud y Nietzsche… Curiosamente, el menos sistemático de los tres no se hundió… Hoy se ve a Freud como un fósil, al igual que el marxismo, en cambio Nietzsche promovió la posmodernidad y la ultramodernidad, es decir, el mundo actual. Es un hombre del siglo XXI viviendo en el XIX. Cuando uno lee a Nietzsche se da cuenta que este es el mundo que predijo y él lo sintió antes que nadie. Marx y Freud fallaron, y Nietzsche, que era ultradesordenado, sigue vigente…

EH: Tengo la impresión de que en los últimos diez años hay una revisión de las historias de las literaturas nacionales interesadas en lo que podríamos denominar en términos generales, lo marginal, como es el caso de lo fantástico…

RC: Tiene toda la razón. Este el momento para eclosionar, salir del huevo, de la mina y ver la luz… por una razón simple: el interés. Hay que recordar algo elemental que a algunos escritores se les olvida. Un escritor sin un lector es una nada. El escritor necesita al lector. ¿Qué haría un escritor sin lector? Perdido totalmente. Escritor-lector son un binomio, dos caras de una misma moneda. Solo hay escritores que salen de la marginalidad cuando hay nuevos lectores, razón por la cual hay que educar a lectores… Cuando uno lee cómo eclosionó la cf en Estados Unidos, todos los sociocríticos coinciden en que antes que cualquier otra cosa, las revistas de cf y el comic norteamericano eclosionan en una sociedad en donde había una enorme cantidad de lectores buscando obras de fácil entretenimiento, donde había una inmensa masa de lectores que no querían leer la gran literatura norteamericana o mundial. Es decir, esos lectores no estaban interesados en Whitman, ni Proust, ni Joyce ni Kafka. Querían leer algo entretenido. Como existía esa demanda del mercado, aparece la oferta y se multiplican los escritores anglosajones de lo fantástico, pero porque hay primero un público lector. En Colombia, como en Latinoamérica, ocurrió lo contrario: los escritores se han adelantado a sus lectores. Entonces uno escribe sin lectores, pero lo chévere es que en Latinoamericaestá sucediendo con un siglo de retraso, lo que sucedió en EE.UU. Está creándose una conciencia crítica de los lectores. Cuándo me iba a imaginar yo que alguna vez volvería a la Universidad Nacional de Colombia a hablar con un grupo de chicos que se reúne a leer cf. Ahora existe esto, son 20 o 25 chicos, son pocos. A ellos yo les decía:“Hace 20 años yo estudiaba aquí y estaba solo, a nadie le interesaba esto. Vuelvo veinte años después y veo que tiende a crecer…” Hay chicos en la Universidad Los Andes, en la Javeriana, hay público. Cuando tenemos público se puede dar el siguiente paso… Entre más público haya, al género le irá mejor; cuando surge lademanda surge la oferta… Para que haya buenos escritores debe haber una suficiente masa crítica de lectores; en nuestros países todavía no había masa crítica, pero parece que los lectores están a punto de conformar la masa crítica para dar el siguiente paso… Lo fundamental es cultivar lectores, que ya está sucediendo… Me emocioné mucho cuando me invitaron, no tanto la universidad ni la escuela, sino un grupo de estudiantes, nos reunimos en la biblioteca, es una iniciativa estudiantil… El otro punto es que internet está posibilitando algo que no se podía hacer, es la interconexión de todo el público hispanohablante. Hoy en día una revista de ciencia ficción como Cosmocápsula está siendo leída más afuera que adentro, tiene un núcleo de seguidores. Internet de acá al futuro es la clave, porque permite que los lectores interesados en el género puedan nuclearse, asociarse, antes no se podía hacer eso, ahora sí, y eso va a tener consecuencias…


* Publicado en: http://cifiperu.blogspot.com/2010/11/conversacion-con-campo-ricardo-burgos.html

Güich Rodríguez, José. El misterio de la loma amarilla. Lima: SM, 2009. 157 pp.




Güich Rodríguez, José. El misterio de la loma amarilla. Lima: SM, 2009. 157 pp. *


Elton Honores
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Universidad San Ignacio de Loyola

José Güich (Lima, 1963), es uno de los escritores más importantes de la narrativa fantástica peruana contemporánea. Es autor de tres libros de cuentos: Año sabático (2000), El mascarón de proa (2006) y Los espectros nacionales (2009). En esta oportunidad nos entrega su primera novela El misterio de la loma amarilla, mezcla de novela policial y novela fantástica.

La acción transcurre en Lima, en dos tiempos muy marcados: 1968 (presente del enunciador) y 1921 (año en donde se ubica propiamente los hechos de la loma amarilla, que da origen al título y que el narrador recuerda). El personaje central es Pablo Teruel, joven intelectual sanmarquino nacido en 1900, rebelde, iconoclasta, contrario al régimen del dictador Augusto B. Leguía, aficcionado a las investigaciones “detectivescas”. Como buen investigador, hará uso de métodos e hipótesis racionales en busca de explicaciones a los hechos planteados como insólitos o raros.

La trama de la novela se centra en una misteriosa loma en donde se producen extraños fenómenos climáticos; además de ello, los animales y los habitantes perciben la anomalía del lugar a través de un miedo y angustia, sin asidero racional. El propietario, el señor Eriguren (además de amigo personal de Leguía, aquél es miembro de las celebraciones del centenario de la independencia) está interesado en vender el predio y para ello, necesita resolver cuanto antes lo que ocurre en la loma amarilla. Recurre, por medio un intermediario, al joven Pablo Teruel –una mente superior–, para que resuelva ese misterio. Conforme avanza la trama de la novela, irán apareciendo otros episodios misteriosos y aventuras que vivirá el personaje principal.

A semejanza de El terror de Arthur Machen, novela en donde los hechos inexplicables (muertes brutales de seres humanos) encuentran una explicación, no diremos del todo racional sino más bien, alegórica (las muertes fueron producidas por los animales que se han rebelado contra la brutalidad y la violencia de la Primera Guerra Mundial); la explicación que se da en la novela a tales hechos, entra sin duda, en el ámbito de lo fantástico.
Desde la comodidad del año 68, establecemos de golpe que el narrador (en los días previos a una entrevista) ha podido librar con éxito este caso ocurrido en 1921 y que en los recuerdos del viejo Teruel, es el primero de envergadura. Ello hace que el lector se interese más por el cómo, antes que por el final mismo (en otro ámbito, una situación paradigmática sería la de Álex, en la escena previa al suicidio, de La naranja mecánica de Kubrick: el narrador-personaje no podría “morir” pues es finalmente el que está narrando el relato). El recurso del “dato escondido”, es manejado con maestría por Güich.

Simbólicamente, el autor busca establecer un paralelo entre los hechos históricos de 1921: la celebración del centenario de la independencia del Perú, la dictadura de Leguía, las revueltas estudiantiles o los lentos procesos de modernización urbana de Lima; muy distinta a la del año 68: las revueltas parisinas, la masificación de la televisión y difusión de la cultura de masas (con guiños al lector a series como la Dimensión desconocida o la de Alfred Hitchcock presenta; o al film Viaje a las estrellas), el primer viaje alrededor de la luna, los Beatles, Bob Dylan, … De todos estos, es clara la circularidad entre las revueltas de Mayo del 68 y las 1921 propiciada por lo jóvenes, que plantean dos ámbitos: uno negativo, pues se trata de una situación circular, en donde el descontento juvenil frente a la generación anterior siempre se dará; otro positivo, pues la fuerza de los jóvenes pueden llevar a un verdadero cambio político de la sociedad.

Si bien la novela se mueve dentro del género policial y el fantástico, la novela resiste la recreación histórica del período, pues en la novela aparecen miembros de la generación del centenario como Luis Alberto Sánchez, Raúl Porras Barrenechea y José Carlos Mariátegui como personajes figurantes. En este punto solo me interesa sugerir, hasta qué punto las ideas de estos notables intelectuales siguen vigentes. Implícitamente, desde la ficción, se plantea que los jóvenes rebeldes e iconoclastas sanmarquinos de los años veinte (Sánchez, Porras) o Mariátegui, serán absorbidos posteriormente por el sistema oficial y sus ideas “canonizadas” como lo “políticamente correcto”. Incluso del propio Pablo Teruel, se menciona que es un periodista respetadísimo, luego de su trayectoria en el diario El centinela.
Güich toca, además, uno de nuestros traumas fundamentales, nuestro “espectro nacional”: La Guerra con Chile (para otros, La del Pacífico) y en particular, la Batalla de San Juan, pues la loma amarilla sirvió de punto estratégico para la resistencia contra el enemigo chileno de 1881. Pero no se trata de un mero “chauvinismo”, sino que la inserción de este elemento tiene el sentido de un alegato contra las guerras.

Decíamos, anteriormente, que la novela se inserta en lo fantástico. En el mundo representado, la “explicación” que se da a los extraños fenómenos de la loma amarilla (que incluye la presencia de seres nocturnos con raros atuendos, que “desaparecen” ante los ojos humanos), obedece a la existencia de una raza superior que habita bajo tierra, debajo de la loma amarilla. Sorpresivamente la novela da un giro enorme, del registro pretendidamente “realista” a otro “fantástico”; para otro tipo de lector, esta situación podría enmarcarse dentro de las utopías (para algunos, claro antecedente de la ciencia ficción), pues como sabremos por medio de Teruel, se trata de una sociedad ideal, en donde todos son iguales y no hay guerras, “(…) una comunidad ideal, autosuficiente y sin conflictos, donde el bienestar llegaba a todos sin excusión” (147). Irrumpe así el tópico de las ciudades subterráneas o civilizaciones habitadas por seres superiores, a las que se pueden acceder por medio de portales que abren otras dimensiones. Ello plantea una pregunta simple: ¿Cómo evolucionaría una sociedad sin guerras ni violencias?

Llama la atención la reacción inicial de Teruel frente al contacto con esta raza, pues ni se extraña ni se maravilla al ser consciente de su existencia clandestina bajo tierra. Simplemente la acepta, quizás por ser él mismo, una mente superior. Enterado del peligro de su existencia que corren, tras haber sido alterados los instrumentos que contaban en la superficie para controlar su clima, los cuales, les permitían vivir (Eriguren ha ido “huaqueando” progresivamente el lugar, y con ellos los raros instrumentos, sin saberlo), Teruel decide ayudarlos.

En esta última parte (la novela está dividida en diez secciones más un epílogo), la situación se resuelve: Eriguren devuelve los instrumentos, más por el negocios que por temor a su propia imagen (154). Teruel se las ingenia para explicar los sucesos de la loma, sin dar a conocer la existencia de esta sociedad ideal.

Temáticamente, la novela incluye las pesquisas bibliográficas, con lo cual, podríamos hablar de ciertos ecos o reminiscencias de Borges, además de perfilar las aptitudes intelectuales del protagonista; ciertas escenas de humor y diálogos efectivos. La novela es también un homenaje a Serling, guionista de la Dimensión desconocida (con frecuentes historias sobre civilizaciones a las que se pueden acceder por medio de “portales”, desde nuestra más anodina realidad); a la saga novelística juvenil de Alfred Hitchcock y Los tres investigadores, escrita por Robert Arthur –por el tono ágil y fresco con en el que está narrado la novela. Incluso hay ciertos ecos de Stalker de Tarkosvky, en la atmósfera enrarecida de la loma amarilla.

Sin duda, nos encontramos ante una novela de género, cuyo personaje Pablo Teruel, (protagonista de otro cuento anterior de Güich, “El otro monitor”), tiene grandes posibilidades de desarrollo, ya que cuenta con todo el potencial para protagonizar una serie de aventuras, de las que a priori, sabremos que saldrá indemne (por lo menos hasta las acontecidas antes de 1968) y que sin duda, apertura una literatura de entretenimiento, en el buen sentido de la palabra, como defendiera el finado José B. Adolph en múltiples artículos. Como buen narrador que es, estamos seguros que José Güich no dejará de refractar los problemas sociales y políticos que aquejan a nuestro país, tal como ocurre en El misterio de la loma amarilla, libro que se agrega –con matices– a nuestra tradición de novela policial, que incluye a autores contemporáneos como Vargas Llosa, Fernando Ampuero, Javier Arévalo, Pilar Dughi, Peter Elmore o Alonso Cueto.

* Publicado en: Desde el sur. Revista de ciencias humanas y sociales de la Universidad Científica del Sur. Volumen 1 N° 2, Mayo- Octubre 2009, pp. 403- 406.

domingo, 14 de noviembre de 2010

ELTON HONORES: MUNDOS IMPOSIBLES. LO FANTÁSTICO EN LA NARRATIVA PERUANA



Mundos imposibles. Lo fantástico en la narrativa peruana.
Lima: Cuerpo de la metáfora editores, 2010.
256 pp.


Elton Honores. Licenciado en Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su principal campo de investigación es la literatura fantástica. Publica y participa como ponente en diversos medios y eventos académicos nacionales e internacionales. Es coantologador de Los que moran en las sombras. Asedios al vampiro en la narrativa peruana (2010). Actualmente concluye estudios de Maestría en Literatura Peruana y Latinoamericana en la UNMSM. Es director de la Revista de Literatura Tinta Expresa y profesor en la Universidad San Ignacio de Loyola, en Lima.

Texto de contracarátula:

Puede parecer un tópico, pero todavía es necesario reclamar la atención sobre la narrativa fantástica para rescatarla de su condición marginal en muchas literaturas. El ensayo de Elton Honores, supone una aportación decisiva para la historia de lo fantástico en la literatura peruana, donde el realismo siempre ha sido asumido como una propiedad esencial de la misma. Centrado en la década de los 50, y sin negar el paradigma realista dominante en el periodo estudiado, este ensayo revela la riqueza de la narrativa fantástica peruana a partir del examen detallado de la obra de cuatro excelentes autores: Luis Loayza, Luis Felipe Angell, Edgardo Rivera Martínez y Alfredo Castellanos.

Después de proponer una clara definición de lo fantástico moderno (basada en varios conceptos esenciales: la transgresión del concepto de realidad, la relación –crítica– con el contexto histórico y social, el lenguaje y sus efectos), el autor examina las coordenadas histórico-culturales de la década de los 50, periodo de eclosión del cuento peruano y, a su vez, del cuento fantástico. A continuación, y tomando como base la obra de los cuatro escritores antes citados, el autor examina las vías fundamentales por las que se discurrió el género (estilística-minificcional, humorística, maravillosa y absurdo-existencialista), lo que le sirve para demostrar la variedad y calidad de la narrativa fantástica peruana de esos años. A partir de ahí, postula una inteligente sistematización de los elementos temáticos, estructurales e ideológicos del cuento fantástico peruano. El autor no olvida analizar la relación del desarrollo del género con la propia modernización de la literatura peruana, el desarrollo cultural del país y las evidentes influencias de otras literaturas hispanoamericanas y occidentales.

Un estudio, en definitiva, imprescindible no sólo para conocer la obra de algunos de los autores fantásticos más sobresalientes, sino también para adentrarnos en una parte decisiva, poco conocida y fascinante de la historia de la literatura peruana.

David Roas
Universidad Autónoma de Barcelona

Jeremy Torres. El camino de los Aegeti. Lima: Casatomada, 2010. 181 pp.




Torres, Jeremy. El camino de los Aegeti. Lima: Casatomada, 2010. 181 pp.


Un extraño fenómeno literario se está produciendo en los últimos años en la literatura peruana producida en Lima...

consúltese en próxima publicación.

DAVID ROAS: DISTORSIONES



Una primicia de mi amigo David Roas: la portada de su nuevo libro de cuentos, publicado este año por la prestigiosa editorial española Páginas de Espuma. Más información sobre el contenido de este libro, en un próximo post.

Elton Honores

lunes, 1 de noviembre de 2010

Burgos López, Campo Ricardo. José Antonio Ramírez y un zapato. Bogotá: La serpiente emplumada, 2003. 125 pp.




Burgos López, Campo Ricardo. José Antonio Ramírez y un zapato. Bogotá: La serpiente emplumada, 2003. 125 pp.

Ricardo Burgos (Bogotá, 1966) ha escrito una novela insólita, rara, extraña, bizarra. Narra la historia de un hombre enamorado. Esto no sería extraordinario si el objeto de deseo fuese un ser humano, pero se trata de un zapato. El personaje principal, José Antonio Ramírez, atraviesa por toda la serie de etapas propias del enamoramiento y del amor, desde la rutina más anodina y burócrata accede al deslumbramiento del objeto amoroso y posterior mira absoluta hacia ese objeto. Incluso, abandona a su actual pareja, para entregarse plenamente a la contemplación y estancia junto a este. Pero el camino no será fácil, pues el personaje debe conseguir aquel objeto preciado, pasando por una serie de situaciones insólitas dentro del mundo de lo posible.

Evidentemente, el personaje es tratado como loco por la sociedad que terminará condenando su amor, aunque hay también hay quienes lo apoyan (son los menos). Incomprendido, José Antonio, terminará por soportar estoicamente las burlas y el rechazo propio de la gente “normal”; pues esta categoría se verá problematizada casi al final de la novela, cuando el narrador introduce dos claves de lectura: la clave mística, que propone la existencia de un amor sublime, más allá de lo terreno, que hace equiparar el amor de José Antonio con el amor puro de Cristo por el ser humano (amor sin límites); y la clave en ciencia ficción, cuando se sugiere el inicio de un nuevo tipo de amor, un amor futurista de tipo deshumanizado, en donde la condición del hombre como sujeto de amor queda suspendida, para dar paso al amor hacia el objeto puro (amor deshumanizado).

Decía Ernesto Sábato que el amor era un lente a través del cual, un monstruo parecía fascinante. Aquí el lente, la mira de José Antonio, supone encontrar la belleza en un objeto inerte, mundano. Curiosamente, la novela también parodia lo que podría suponer una relación ideal y sin conflictos: el otro es solo un mero ente pasivo. La construcción del amor resulta puramente subjetiva en la conciencia de José Antonio. Recordemos que para Octavio Paz, el amor era un sentimiento interdependiente, mutuo. Aquí no ocurre esto sino que va en una sola dirección: la de José Antonio hacia el zapato, pero no al revés. En cierto modo se cumple la cita de Lacan: El amor es dar lo que no se tiene a quien no lo quiere.

En La ardilla roja de Julio Medem, uno de mis films favoritos, se expone genialmente la construcción de la pareja ideal: una mujer que padece de amnesia es rescatada por un suicida, quien en ese proceso va moldeándola, construyéndola según sus propios gustos; con una magnífica vuelta de tuerca. En José Antonio Ramírez y un zapato, el amor del otro (el zapato) es construido desde la subjetividad de José Antonio, pero sin posibilidad de comprobación en el mundo fáctico.

El amor, que supone sacar al sujeto fuera de sí mismo, anularlo como individuo y fijar su mirada de amor hacia aquello que está fuera de él, queda actualizado en esta novela. José Antonio Ramírez y un zapato puede leerse como una novela romántica, media cursi, media kitsch, con visos grotescos, pero sin duda, como una novela maravillosa que tiene como único protagonista, al amor.

Elton Honores
Universidad San Ignacio de Loyola

domingo, 31 de octubre de 2010

ELTON HONORES & GONZALO PORTALS. LOS QUE MORAN EN LAS SOMBRAS. ASEDIOS AL VAMPIRO EN LA NARRATIVA PERUANA. LIMA: EL LAMPARERO ALUCINADO, 2010.



ELTON HONORES & GONZALO PORTALS.
LOS QUE MORAN EN LAS SOMBRAS. ASEDIOS AL VAMPIRO EN LA NARRATIVA PERUANA.
LIMA: EL LAMPARERO ALUCINADO, 2010.



Los que moran en las sombras

Introducción


Elton Honores Vásquez


¿Existen los vampiros ? ¿Por qué resultan tan reales y sobre todo fascinantes a inicios del siglo XXI? Me atrevo a pensar que el vampiro, no es solo una expresión radical del monstruo, de los deseos ocultos y pulsiones sexuales, sino que como toda metáfora de la realidad, funciona como un cuerpo vacío. Me explico. Quizás sea el vampiro el monstruo que a lo largo de la literatura y cultura popular se haya resemantizado con mejor éxito, pudiendo esconder distintos tipos de discursos: desde el de la alteridad (el otro); el extraño social, el ilegítimo y marginado, aquél que es diferente y resulta siendo excéntrico; pasando por la encarnación de las pulsiones sexuales (el goce) y que a su vez dialoga con las represiones sociales (lo prohibido); el agente transgresor por excelencia (que esconde su deseo de inmortalidad) que escapa del sepulcro y necesita alimentarse (paradójicamente) de un ente vivo (por medio de su sangre); la encarnación perfecta de aquel de detenta el poder (metáfora perfecta del dictador como en El General Bebevidas de Manuel Bedoya); la encarnación del mal (en sentido abstracto) y de la maldad humana (concreta); o el que simplemente se convierte en un explotador de lo ajeno, como en “Gyula” Carlos Calderón Fajardo ; incluso sirve perfectamente para graficar el miedo colectivo en un tiempo marcado por la angustia y el caos, acaso por los desastres de las dos guerras mundiales o incluso por una violencia contemporánea que parece expandirse más. Entonces la metáfora del vampiro es real . La explotación del hombre sobre el hombre se sigue dando: es imposible negarlo. El vampiro es entonces un cuerpo vacío, el cual es llenado de sentido. Y el deseo y la materialidad del cuerpo, a pesar de la tecnología, aún existe.

(...)

Espinoza Bardi, Pablo. Necrospectiva Vol. 1. Arica: Cinosargo, 2010. 91 pp.




Espinoza Bardi, Pablo. Necrospectiva Vol. 1. Arica: Cinosargo, 2010. 91 pp.

Pablo Espinoza Bardi (1978) es un escritor chileno emergente que se inserta en la literatura de terror y horror fantástico. Sus personajes tienen rasgos psicópatas, y se asemejan a monstruos urbanos. Se evidencia una influencia del cine gore, de serie z, Tobe Hooper, y del surrealismo, de los poetas malditos y la estética del mal. En todos sus personajes se percibe la miseria y soledad del hombre, con lo cual lleva al horror a ciertos niveles filosóficos y existenciales. En sus cuentos lo perturbador se vuelve “normal”. Algunos de sus cuentos tienden a innovar la forma, mientras que otros, tienen una estructura más clásica. Desde mi punto de vista los más sugerentes son estos últimos. Comentaré dos de ellos.

En “Lazarópolis II”, el narrador hace una relectura ingeniosa de la resurrección de Lázaro, insertándolo en la temática gore, pues a diferencia de las clásicas imágenes de Lázaro resucitado sin mácula en el cuerpo, aquí se insiste en la corporalidad y materialidad del cuerpo que vuelve a la vida. El evento se convierte en sobrenatural no solo por la resurrección en sí, sino por la presencia del cuerpo, por la descripción del cuerpo real.

En “Rancio”, el narrador, a modo de las confesiones de los personajes de Edgard A. Poe (como en “El gato negro”), de desplaza del presente al pasado. En el relato, la cientificidad resulta vacía frente a un evento inevitable: la muerte. El dueño de la funeraria relata cómo uno de sus ayudantes llega a la locura, pero lo peor de todo no es el hecho sino el que todos en ese pueblo sin nombre, parecen adquirir los mismos rasgos de locura, lo que le lleva a permanecer encerrado en su propio negocio.

A pesar de la estética gore y de horror, el primer relato supone en última instancia, la irrupción de lo sobrenatural en lo natural. Ello nos lleva a pensar en la creencia implícita (quizás no consciente del narrador) de otro mundo más allá de lo natural, en suma, de lo sagrado como lo sostienen C. S. Lewis o J. R. Tolkien. En el segundo relato, la disconformidad con el espacio/tiempo se evidencia a partir de la expansión de la angustia y la locura humana. El siglo XX era definido como el siglo de la angustia. En pleno siglo XXI, este sentimiento parece permanecer bajo formas propias de la ficción.

A veces la ficción tiene fines catárticos (en el sentido griego). Es el caso de este libro, en donde se liberan pulsiones. El “mal” no proviene en última instancia de otro(s) mundo(s), sino del mismo ser humano. Si este axioma es verdadero, la metamorfosis interna depende de cada individuo.

Esperamos que Espinoza Bardi se anime también a escribir, más adelante, alguna novela en el género fantástico, ya que tiene excelentes cualidades como narrador.

Elton Honores
Universidad San Ignacio de Loyola

Julio Meza Díaz. Solo un punto (novela). Lima: Mesa redonda, 2010. 132 pp.




Meza Díaz, Julio. Solo un punto. Lima: Mesa redonda, 2010. 132 pp.

Julio Meza Díaz (Lima, 1981) tiene dos libros publicados: Tres giros mortales (2007), libro de cuentos y su novela Solo un punto (2010). Esta novela trata sobre la vida estudiantil de un adolescente (o grupo de adolescentes) en camino hacia la juventud, y las vicisitudes y martirio padecidos durante su estancia en la escuela secundaria. La novela tiene un nivel alegórico puesto que la violencia y opresión del Estado se verá refractado en un nivel microcósmico. Todas las tensiones políticas, pasiones y deseos se abren paso por entre sus personajes.

En ese mundo cerrado y hermético de la escuela, se construye otro mundo, distinto al de la propia nación: el Perú es sentido y percibido como distante, como otro lugar. El principal paradigma de lo “nacional”, es decir, del sujeto andino, será rechazado, anulado, violentado, reducido a un sujeto negativo, al punto de atribuírsele rasgos y conductas subversivas, desestabilizadoras del “orden”.
La novela está bien escrita, con una estructura narrativa interesante a modo de pequeños mosaicos que muestran fragmentos de esa vida adolescente. Sin duda, se puede establecer como modelos escriturales los casos de Los Inocentes, de Reynoso o La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa. Los personajes de Meza Díaz son creíbles, consistentes, aunque ninguno de ellos posea un nombre concreto sino de tipo genérico.

En los años 60 una tesis polémica de Luchting causó revuelo: los narradores peruanos de esos años incidían en mundos ficcionales sobre personajes adolescentes porque sugería el trauma de lo que significaba ser “adolescente” en el Perú, además de la inmadurez de sus autores y el poco conocimiento adecuado como para instalar a sus personajes en otras facetas, por ello aquellos personajes no se integraban a la sociedad peruana ni buscaban su espacio en la vida nacional. La novela de Meza apunta hacia un ideal último: la creación como espacio de liberación. Es decir que en última instancia importa más lo ético, la conciencia crítica del sujeto en el mundo es suficiente, antes que los proyectos nacionales.

La novela se inscribe dentro del realismo, con la inserción de un elemento contrafáctico: la aparente resurrección de uno de sus personajes. Decimos aparente porque simplemente no hay elementos de juicio que nos permitan afirmar de modo categórico esta resurrección, con evidentes visos simbólicos, que en la novela son más políticos que religiosos.

Solo un punto, es una buena novela, con toques de humor limeño. Estamos seguros que su lectura resultará más que un mero divertimento.

Elton Honores
Universidad San Ignacio de Loyola

miércoles, 20 de octubre de 2010

MUNDOS IMPOSIBLES EN LA FERIA DE MIRAFLORES



Mundos imposibles. Lo fantástico en la narrativa peruana (Lima: Cuerpo de la Metáfora Editores, 2010) estará disponible desde el sábado 23 en la Librería Inestable, de Carlos Carnero.

lunes, 18 de octubre de 2010

MESA 8 Sábado 23. 17:45 - 18:55 hrs. Reflexiones en torno a lo fantástico

MESA 8 17:45 - 18:55 hrs.
Reflexiones en torno a lo fantástico

Javier Teófilo Suárez Trejo (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
¿Quién nos está mirando? La desaparición de los escenarios colectivos
y la distorsión de la mirada hacia los objetos como crítica a la Modernidad
en los cuentos de Guy de Maupassant y Julio Cortázar

César Silva-Santisteban (Universidad de Texas, EE.UU.)
La reinvención de la realidad

Carlos Herrera (Escritor y diplomático)
El espejo deformado. El monstruo como signo y agente de cultura

Fernando Burgos Pérez (University of Memphis, EE. UU.)
Lo fantástico en la cuentística de Levrero: transferencias, transformaciones y
deslímites de la imaginación.

Modera: Elton Honores


CARLOS HERRERA. (Arequipa, 1961)
Libros publicados:
• “Morgana”, cuentos, Ed. Colmillo Blanco, Lima 1988
• “Blanco y Negro”, novela, Ed. El Santo Oficio, Lima 1995 (reeditada por PEISA el 2003)
• “Las Musas y los Muertos”, cuentos, El Santo Oficio, Lima 1997
• “Crueldad del Ajedrez”, cuentos, El Santo Oficio, Lima 1999
• “Crónicas del Argonauta Ciego”, prosas, PEISA, Lima 2002
• “Gris”, novela, PEISA, Lima 2004.
• “Historia de Manuel de Masías, el hombre que creó el rocoto relleno y cocinó para el diablo”, cuento ilustrado por José Ricketts, Universidad San Martín de Porres, Lima 2005. (Traducido al francés y publicado en La Nouvelle Revue Française, Nº 575, octubre 2005)

Textos suyos han aparecido en diversos periódicos y revistas, y en las siguientes antologías:
“Cordillera Negra y los cuentos ganadores del premio COPÉ 1983”, Petroperú, Lima 1984.
“Cuando las Ultimas Luces se Hayan Apagado y los cuentos ganadores del premio COPE” Lima 1995.
“Periocuentos peruanos”, Antonio González Montes, Ed. Ximena, Lima 1997.
“Narradores de esta América” (testimonios) Fondo de Cultura Económica- Universidad de Lima, 1998.
“El Cuento Peruano 1990-2000”, de Ricardo González Vigil, Ediciones Copé, Lima 2000.
“Breves, brevísimos. Antología de la minificción peruana”, Giovanna Minardi, El Santo Oficio, Lima, 2006.
“Colección Minúscula. Cinco espacios de la ficción breve”, compilador Ricardo Sumalavia, Ediciones Copé, 2007.
“Comitivas invisibles. Cuentos breves de fantasmas”. Compiladores y prólogo: Raúl Brasca y Luis Chitarroni. Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, Buenos Aires, 2008.

Invitado a encuentros literarios internacionales como “Narradores de nuestra América” (Universidad de Lima, 1996), Narradores Peruanos y Españoles (Centro Cultural de España, Lima, 1999), la Feria del Libro de Bogotá, Colombia (2004), el I Congreso de narrativa peruana en Madrid (2005), la Feria del Libro de Guadalajara, México (2005) y la Feria del Libro de Praga (2008). Presentaciones en la Casa de la América Latina en París (1989 y 2005), el Instituto Cervantes de Manchester (2006) y la Casa de América Latina de Lisboa (2008)
Principales distinciones literarias
Primer Premio en los I Juegos Florales a nivel nacional “Alberto Hidalgo”, de la Universidad San Agustín de Arequipa – Narrativa (1980)
Finalista del Premio COPE de Cuento- 1983
Finalista del Premio COPE de Cuento- 1994
Primer Premio de Concurso del Cuento organizado por Fundación Telefónica y revista Entremeses (2000)


César Silva Santisteban (Trujillo, 1962)
hizo estudios de Medicina Humana y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y Pintura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha obtenido premios en los concursos de la revista Caretas y en las bienales del Premio Copé. Ha publicado Simples opiniones (1988), libro de ensayos breves, La soledad de los muertos (2000) en poesía, y el libro de relatos Fábulas y antifábulas (2004). Actualmente concluye una maestría sobre escritura creativa en la Universidad de Texas. En esta entrevista el autor, además de mostrar sus dotes en el arte de la conversación, su buen humor y el sentido de la compasión, nos da algunas pistas para leer su magnífico libro Fábulas y antifábulas y algunos de sus nuevos cuentos, aún en proceso de escritura.


Fernando Burgos
Profesor de español en la Universidad de Memphis, completó su licenciatura en la Universidad de Chile con el grado de Profesor de Español y recibió su Ph.D. en Lenguas Romances de la Universidad de Florida, donde fue galardonado con un reconocimiento por su destacada contribución. Su área de investigación incluye XIX y XX-narrativo español de América, la entrega de más de sesenta trabajos en conferencias internacionales y nacionales. Vertientes de la Modernidad (Caracas) y de Los Escritores y La Creación en Hispanoamérica (Madrid) se encuentran entre sus diez libros publicados. También ha publicado más de cincuenta artículos en Europa, América del Norte y las revistas latinoamericanas profesional.

MESA 7 Sábado 23. 16:20 - 17:20 hrs. Exhumaciones a la Generación del 50: José Durand Flórez

MESA 7 16:20 - 17:20 hrs.
Exhumaciones a la Generación del 50: José Durand Flórez

Gonzalo Portals Zubiate (Universidad Científica del Sur)
Entre la adivinación y la memoria: De la Travesía fantástica de José Durand Flórez

Carlos Meneses (Escritor)
Pepe Durand, personaje de la novela que no escribió (Lectura)

Ana María Gazzolo (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Enunciar lo fantástico. El rol del narrador en Desvariante

Modera: Gonzalo Cornejo

Gonzalo Portals Zubiate (Lima, 1961)
Poeta y narrador peruano, ganador del Premio Copé de Poesía 1993 y tercer lugar del Premio Copé de Narrativa 1992. Ha publicado diversos libros de creación literaria y ensayos sobre literatura fantástica y horror. Dentro de la investigación, en el año 2007, publica La estirpe del ensueño, antología de narrativa fantástica peruana y Urge púrpura la niebla antología de poesía siniestra peruana.



Ana María Gazzolo (Lima, 1951).
Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y un postgrado en la Universidad de Florencia. En San Marcos, concluyó el Doctorado en Literatura Peruana e Hispanoamericana y obtuvo el grado de Magister en Escritura Creativa. Es crítico literario, profesora de literatura, de talleres de creación y traductora. Fue colaboradora de la revista Cuadernos Hispanoamericanos, de Madrid, donde publicó estudios sobre literatura y sobre arte. En el Perú, ha escrito para diversas revistas y periódicos. Ha publicado un volumen de traducción de poemas de Umberto Saba, Casa y campo y Trieste y una mujer, y cuatro libros de poesía: Contra tiempo y distancia (1978), Cabo de las tormentas (1990), Arte de la noche (1997) y Cuaderno de ultramar (2004).

MESA 6 Sábado 23. 10:55 - 11:55 hrs. Mirando al futuro: proyecciones futuristas y ciencia ficción

MESA 6 10:55 - 11:55 hrs.
Mirando al futuro: proyecciones futuristas y ciencia ficción

Luis Bolaños (Pontificia Universidad Católica del Perú)
CF y paradigma del siglo XXI

Daniel Salvo (Ciencia Ficción Perú)
Tres visiones del futuro del Perú: Lima de aquí a cien años; Mañana, las ratas y Teletipo 1985

Álvaro Mejía (Cineasta)
Pedro Paulet, el romántico visionario

Modera: Aliza Yanes

Luis Bolaños, es Sociólogo y escritor colombo-peruano, residente en Barranco, Lima, Perú. Ha sido encargado del Programa de Educación Ambiental del MINEDU, Consultor de Concytec (Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica), de empresas privadas para la realización de EIA's, profesor universitario en la UNMSM, UPCH, UCSUR, PUCP, Marcelino Champagnat, apasionado por la búsqueda del conocimiento y una investigación permeada por lo humano e invadida por la vida, con anhelo transdisciplinar. Ha fatigado claustros universitarios, selvas y ecosistemas diversos, periódicos, ONG's, cineclubes, sindicatos, ministerios e institutos de investigación, participando, aprendiendo y enseñando. Ha publicado en papel y en digital. Se siente orgulloso de sus columnas de Ciencia Ficción que empezaron con “Cuarta Dimensión” en "Saber", suplemento de La República (Lima); de su texto universitario: Psicobiología (Bogotá); de su sección Bitimagen (Velero25); y de sus aportes literarios y ensayísticos para Sitio, Alfa Eridiani, Axxon, Velero 25 y Revista Argonautas. Miembro activo del grupo Coyllur de aficionados a la fantasía y ciencia ficción.

Daniel Salvo (Lima, 1967). Bachiller en Derecho por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es escritor de ciencia ficción. Desde el año 2002, edita la publicación electrónica Ciencia Ficción Perú, con énfasis en la promoción de autores peruanos de Lima y provincias que han incursionado en este género. También colabora en la página de ciencia ficción peruana Velero 25. Además, Ha publicado un panorama historiográfico de la ciencia ficción peruana en la revista electrónica El hablador y en Ajos & Zafiros Nº 6, ampliado luego en la revista Argonautas (2007). Es miembro fundador del Grupo Coyllur (Asociación Peruana de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía).

Alvaro Mejía (Lima, 1966).
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Lima. Es guionista, actor, director y productor de cine y TV. Desde el 2004, investiga la vida y obra de Pedro Paulet en archivos de varios países a fin de llevarla al cine. Ha publicado artículos sobre el tema en diarios y revistas del Perú y el extranjero. Fue incorporado en el 2008 como Miembro Correspondiente del Instituto de Estudios Históricos Aeroespaciales de la Fuerza Aérea Peruana.

MESA 5 Sábado 23. 09:50 - 10:50 hrs. Márgenes de lo fantástico

MESA 5 09:50 - 10:50 hrs.
Márgenes de lo fantástico

Christian Elguera (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Códigos fantásticos en la narrativa hispanoamericana de vanguardia:
el caso de Julio Garmendia, Juan Emar y César Vallejo

Jorge Ramos Cabezas (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
Un marginal en la marginal narrativa fantástica peruana.
Primera aproximación a la obra de Carlos Mino Jolay

Jannet Torres Espinoza (Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
“¡Pálida, pero es ella!”: Clorinda Matto y el relato fantástico a fines del S. XIX

Modera: Juan Carlos Gaspar

Christian A. Elguera Olortegui (Lima, 1987).
Ha participado en diversos recitales de poesía, conferencias, coloquios y congresos nacionales e internacionales. Ha publicado en el suplemento virtual Variedades de El Peruano, en El Dominical de El Comercio, en las revistas Letras (Perú) Espéculo (España), El cuento en red (México), entre otros. Es editor de Fix100, revista hispanoamericana de ficción breve y miembro del comité editorial de la revista virtual de literatura El Hablador.

Jannet Torres Espinoza (Lima, 1985).
Licenciada en Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Actualmente, se desempeña como docente en la Universidad César Vallejo (Lima), y es integrante de la Revista de Literatura Tinta Expresa.

Jorge Ramos Cabezas (Lima, 1982).
Egresado de Derecho y estudiante de Literatura de la UNMSM. Ha sido ponente en diversos eventos académicos, incluyendo los dos anteriores Coloquios Internacionales de Literatura Fantástica, realizados en el Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar (2008, 2009). Actualmente es miembro editor de la revista Ónice.